OSTRAKA

 

El uso de fragmentos de piezas cerámicas desechadas para grabar mensajes disímiles, que van desde sencillos textos, mapas, imágenes, ejercicios de escritura hasta  los nombres de las personas que serían expulsados de su comunidad, fue una práctica extendida en diversas culturas de la antigüedad.

La instalación, estructurada a modo de archivo muestra la labor cultural y artística realizada por el Espacio Altamira en sus cuatro años de existencia y su posible proyección futura. Los fragmentos de cerámica contienen inscripciones de  los títulos y los autores de las 73 exposiciones, actividades, talleres y conferencias realizadas en dicho proyecto cultural. Esta idea de ordenamiento y clasificación sistemáticos como preservación de la información y construcción de la memoria señala por otra arte el riesgo de ejercer un poder legitimador  institucional y con ello el de la esquematización y la exclusión de valiosas expresiones de libre creatividad.

 

 

 

Teresa Sánchez Bravo

 

Contacto:  sanchezbravoteresa@gmail.com